Los gobiernos de Ankara y Buenos Aires han impulsado la creación de una sociedad conjunta dedicada a fabricar y comercializar satélites de comunicaciones de nueva generación

Juan Pons

Los gobiernos de Ankara y Buenos Aires han impulsado la creación de una sociedad conjunta dedicada a fabricar y comercializar satélites de comunicaciones de nueva generación
PHOTO/Embajada argentina en Ankara – Dos sociedades y culturas tan diferentes como la turca y la argentina han formalizado una alianza para afrontar de forma conjunta el competitivo escenario espacial global.

Con la bendición del Ejecutivo que lidera Recep Tayyip Erdogan y del equipo del entonces presidente Mauricio Macri, dos empresas de titularidad pública de Turquía y Argentina han pactado una alianza estratégica para reforzar su presencia internacional y posicionarse en el cada vez más competitivo escenario espacial global.

El gigante turco de la industria aeroespacial y de defensa, Turkish Aerospace Industries (TAI) ‒fabricante de aviones de combate, helicópteros de ataque y drones militares‒, y la compañía argentina INVAP, dedicada al desarrollo y construcción de plantas de energía nuclear, tecnologías industriales para la defensa, seguridad y espaciales, así como de equipamientos médicos y científicos, han formado una sociedad conjunta a partes iguales para el diseño, fabricación y comercialización de satélites de comunicaciones de nueva generación.

PHOTO/Gsatcom Space Technologies – Gsatcom Space Technologies es una joint venture entre el gigante aeroespacial y de defensa Turkish Aerospace Industries y la compañía argentina INVAP para comercializar satélites de comunicaciones de nueva generación

Denominada Gsatcom Space Technologies y con su sede social en Ankara, aúna las capacidades de ambas organizaciones en el diseño y construcción de plataformas de comunicaciones para sus respectivos países. Las instalaciones de montaje, integración y pruebas de INVAP se encuentran la ciudad de San Carlos de Bariloche ‒provincia de Río Negro, en la Patagonia‒, mientras que las factorías de producción, integración y ensayo de satélites de TAI están en la capital de la república euroasiática.

La iniciativa que han puesto en marcha ambos gobiernos a través de la joint venture entre INVAP ‒acrónimo de INVestigaciones APlicadas‒ y TAI es un intento común por dotarse de plena soberanía en el campo espacial, aumentar la presencia tecnológica de ambos países en el mercado internacional y ofrecer una nueva gama de satélites de comunicación “a medida”, especialmente orientados a proporcionar Internet de banda ancha a países de recursos muy limitados. La Casa Rosada ha calificado el acuerdo como un “hito” de la industria argentina y contempla la alianza como “una gran oportunidad” para consolidar a la compañía de Bariloche en el mercado internacional.

INVAP acumula la experiencia de haber construido los satélites de comunicaciones Arsat-1 y Arsat-2 ‒puestos en órbita en octubre de 2014 y septiembre de 2015, respectivamente‒, y de haber comenzado en febrero pasado el desarrollo del Arsat 3, cancelado por Macri y resucitado por el actual presidente Alberto Fernández. También es responsable de los satélites radar de apertura sintética Saocom-1A, en órbita desde octubre de 2018, y del Satcom-1B, cuyo despegue ha retrasado la pandemia de coronavirus. 

PHOTO/Presidencia de la Nación – En la cumbre del G20 de Buenos Aires, Mauricio Macri y Recep Tayyip Erdogan establecieron las bases para crear la primera sociedad turco-argentina del ámbito espacial.

La alianza se gestó en la cumbre del G20 en Buenos Aires 

Turkish Aerospace es el contratista principal y máximo responsable de la primera plataforma de comunicaciones turca de fabricación nacional ‒Türksat 6A‒ y años atrás contribuyó a hacer realidad todos las astronaves fabricadas por Airbus o Mitsubishi Electric para Türksat, el operador local de comunicaciones vía satélite. 

Según explica Luis Genovese, director ejecutivo de Gsatcom, la novedad que aporta la sociedad turco-argentina son satélites “a la carta, de diseño modular y escalable”. Del tipo llamado SmallGeo, serán de alto rendimiento o HTS, un peso entre 0,5 y 2 toneladas, con propulsión totalmente eléctrica y con equipos reconfigurables a bordo “para adaptarse a las demandas cambiantes del mercado”, tanto en la emisión y orientación de las señales como en su potencia. Y que puedan “acomodarse a toda la gama de lanzadores existentes”. En definitiva, algo que en el sector consideran una especie de “carta a los reyes magos”.

PHOTO/INVAP – En el espacio desde septiembre de 2015, al Arsat-2 le va a seguir el Arsat 3, cancelado por Macri pero resucitado en febrero por el actual presidente, Alberto Fernández

Uno de los motivos de conformar una cooperación industrial obedece a la voluntad de ambos gobiernos de incrementar sus transacciones comerciales. Argentina ha fijado su atención en el industrial turco TAI por su gran potencial económico y tecnológico. Si todo se desarrolla de forma correcta, INVAP va a poder asumir riesgos de ingeniería y conseguir apoyos en sus exportaciones de plantas nucleares, que ya se encuentran operando en Argelia, Australia, Egipto, Perú, Arabia Saudita, en breve en Brasil y también en los Países Bajos.

Por parte de Turquía, el pacto empresarial supone incrementar su presencia y su influencia en los países de Mercosur, un mercado de 295 millones de consumidores a 10.000 kilómetros de distancia, en el que Ankara está asentada de forma insuficiente, pero que resulta muy apetitoso para los productos del país euroasiático. 

PHOTO/TAI – El Türksat 6A es el primer satélite de comunicaciones de fabricación nacional bajo total responsabilidad de Turkish Aerospace, empresa estatal con amplia experiencia en el sector espacial.

El proyecto se venía fraguando desde hacía un par de años y quedó ultimado con ocasión de la decimotercera cumbre del G20, la primera que se organizaba en América del Sur, que tuvo lugar en Buenos Aires los días 30 de noviembre y 1 de diciembre de 2018. En calidad de anfitrión estaba el presidente Mauricio Macri, entonces presidente de la republica argentina desde diciembre de 2015, tras derrotar en las elecciones generales a Cristina Fernández de Kirchner.

A la reunión asistieron los jefes de estado de las potencias industriales más importantes del mundo, entre ellos el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, que llegó hasta la capital bonaerense acompañado por tres de sus ministros, los de Relaciones Exteriores, Finanzas y Defensa Nacional, Mevlüt Çavuşoğlu, Berat Albayrak y Hulusi Akar, respectivamente.

PHOTO/INVAP – Los directivos de Turkish Aerospace, Selman Nas y Taha Tetik, y los de INVAP, Vicente Campenni y Gabriel Absi, firmaron a mediados de septiembre un contrato para comenzar las fases iniciales de los primeros satélites.

Una reunión Erdogan-Macri sin resultado aparente

Ambos Jefes de Estado mantuvieron una reunión bilateral el último día del conclave en el complejo Costa Salguero, el lugar elegido para celebrar la cumbre de líderes del G20, un lujoso centro de convenciones situado en el barrio residencial de Palermo, a orillas del Río de la Plata. Macri y Erdogan acordaron reforzar las relaciones entre los dos países en todos los órdenes, pero de una manera muy especial en los campos comercial y tecnológico.

En un comunicado de la Casa Rosada tras la conversación se afirmaba que el mandatario turco confirmó al presidente Macri el “apoyo” de su gobierno al ingreso de Argentina en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y su intención de incrementar el intercambio comercial con Mercosur. El entonces presidente argentino transmitió a su colega su interés por aumentar la presencia de empresas turcas en Argentina y su deseo de estrechar la cooperación tecnológica para favorecer el desarrollo de los dos países.

PHOTO/Gsatcom Space Technologies – Los satélites turco-argentinos serán de diseño modular, alto rendimiento, de un peso entre 0,5 y 2 toneladas y propulsión eléctrica

La cumbre del G20 permitió que los ministros turcos que acompañaron a Erdogan hasta Buenos Aires se reunieran con sus colegas de Argentina ‒Jorge Marcelo Faurie (Exteriores), Nicolás Dujovne (Hacienda), Oscar Aguad (Defensa) y Fulvio Pompeo, secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la República‒, quienes entraron en los detalles del posible futuro acuerdo entre INVAP y TAI.

Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones, nada llegó a comprometerse. El encuentro se había celebrado en un momento poco idóneo para ninguna de las dos partes. Turquía estaba sometida a una estricta disciplina presupuestaria, sumida en un proceso de estabilización y con la aplicación de un amplio programa anti-inflación. 

PHOTO/AA – Los esfuerzos del embajador argentino en Ankara, Jorge Alejandro Mastropietro (en la imagen) y su equivalente turco, Vural Altay, han contribuido a que la alianza industrial turco-argentina sea una realidad.

Argentina, tercera economía de América del Sur, había comenzado 2018 con una importante recuperación de sus cuentas, pero en el segundo trimestre cambió la tendencia de forma abrupta. El poder adquisitivo de los argentinos se derrumbó a causa de una inflación superior al 47%, lo que obligó a Mauricio Macri a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) en dos ocasiones y a cerrar el año con una caída del PIB del 2,6%.

Fueron los esfuerzos de los últimos embajadores argentinos en Ankara ‒Jorge Alejandro Mastropietro desde marzo de 2019‒, y del plenipotenciario turco en Buenos Aires, Vural Altay, los que dieron el impulso definitivo que dio vida en mayo de hace un año a la alianza transcontinental Gsatcom Space Technologies. El segundo paso ha sido la firma a mediados de septiembre de un contrato entre INVAP y TAI para dar comienzo a las fases iniciales para producir y comercializar los primeros satélites.